martes, 11 de diciembre de 2012

19. Confidencias a Medianoche




Tras dejar a Zsadist en su antiguo cuarto, he pasado brevemente por la cocina de la mansión, desacostumbradamente vacía; es tarde y el personal estará ya ocupado con la limpieza de los pisos superiores. Tomo un café y me dirijo directamente al cuarto de Nalla. Es temprano y seguramente seguirá dormida, pero no la encuentro en su camita y no parece haber ningún doggen cerca para preguntar por su paradero. Si conozco un poco a mi niña, estará de visita por alguno de los cuartos. Sin ánimo de espiar, escucho con cuidado hasta que oigo su infantil y enérgico parloteo tras la puerta de Tohrment y Serea. Dudo unos segundos, pero supongo que, si está Nalla dentro, no interrumpiré nada, así que golpeo la puerta suavemente con los nudillos hasta que ésta se abre para mostrarme al Hermano ocupando todo el vano.

- Buenas noches, sire. Espero no molestar, pero estaba buscando a mi niñ... a Nalla, y he escuchado su voz.






Nalla es estupenda. Llevamos un par de horas tirados los tres en la cama. Bueno, Nalla y yo echadas y Tohr nos acecha como un lobo con cosquillas, besos e historias de dragones y princesas. Los miro embelesada. Cuando él relata la parte más fiera de la historia, la boquita de la pequeña se abre en una “O” perfecta, resbalando unas gotitas de saliva sobre las sábanas, sin perder de vista los gestos exagerados de Tohr y agarrándome con su pequeña manita, buscando mi contacto para aliviar el miedo. Realmente es una niña excepcional, y el hecho de que haya perdido a su madre es tan trágico... Jamás le faltará el cariño ni el apoyo de nadie, pero mientras siento su manita aferrarse con ansia a la mía paso la mano por mi vientre, acariciando a Darius y pienso en su infancia; recuerdo la conversación con Tohrment, contento y aliviado cuando subió del despacho. Sonrío al pensar que seguramente Nalla no tarde en volver a tener una familia y una nueva mahmen...
Unos toques en la puerta arrancan un grito de la niña y mi sorpresa, cuando Tohr se gira teatral para abrir.


 


Abandono la seguridad del castillo, donde mis doncellas se refugian a salvo de todo peligro, para acercarme, con dramatismo teatral, a abrir la puerta de la fortaleza. Tras la madera, el olor a nomeolvides anuncia la llegada de la elegida Selena. Abro con una sonrisa y apoyo el brazo sobre mi cabeza, en el quicio de la puerta, mientras la hembra tartamudea nerviosa una explicación a su presencia en nuestro cuarto.

- Hola, Selena. Sí está aquí, es fácil oírla, verdad? Hemos estado matando unos dragones, resistiendo un sitio de meses, fortificando las almenas, lo habitual, ya sabes...

Con una sonrisa, me aparto para permitirle el paso. Su expresión sorprendida me recuerda que no todos están acostumbrados a mi humor... o mejor dicho, al regreso de mi buen humor. Selena sólo ha conocido mi faceta más huraña, la del macho peligroso y desesperado que la llevó al borde de la muerte al alimentarme de ella. Me inclino hasta quedar al nivel de sus ojos y murmuro con una carcajada ronca.

- No te preocupes, no me he vuelto loco... todavía. Hemos estado jugando, pero, si no te importa, me gustaría llevarme a la pequeña a la cocina para darle el desayuno.

Ahora me acerco aún más para susurrar en su oído.

- Quizás Serea y tú podáis aprovechar para poneros al día con... bueno, con las noticias y las novedades. Mi shellan no sale del cuarto y sé que apreciará tu compañía, si no te importa dejarme a Nalla un ratito más. Aprovecharé para hacer la visita de recorrido a los otros cuartos.






Mi cabeza se estira en la cama como una tortuga cuando oigo la voz de Selena en la puerta. Se ha curvado una gran sonrisa en mi cara al verla y dejo con suavidad la mano de Serea, besando su pancita con un leve murmullo para Darius “no dejes que tu papi te cuente el final sin mí...” y miro a Serea que asiente con la mirada y me apremia a marcharme tras besarme en la frente con cariño. Le devuelvo la sonrisa y un gran beso y me acerco como un caballo desbocado a mi Selena para abalanzarme sobre ella hasta que me sube a su regazo en un abrazo.

- Te he echado mucho de menossssssssssss!!!! -La beso repetidas veces por toda la cara- Podemos quedarnos un poquito más....? por favor, por favor, por favor.....

Mi ruego sale acompañado de mi manita, que desde lo alto de Selena, busca agarrar la de mi príncipe, resistiéndome a abandonarlo tan pronto...


   



Con el ímpetu que la caracteriza, Nalla salta sobre mí mientras sujeta firmemente la mano de su tío, lo cual me impide, al mismo tiempo, alejarme de él. Todavía me intimida verme al lado de estos enormes machos, a pesar de su gentileza, y Serea, desde la cama, percibe sin duda mi incomodidad, pues extiende su mano hacia mí mientras se sienta en la cama con cuidado. Su vientre apenas redondeado atrae mi atención como nunca antes lo hizo, dejando en mi cabeza una imagen del mío propio, en un futuro, redondeado a su vez con un hijo de Zsadist. Ahora no es sólo un sueño vano y loco, no es un imposible... ya no. Me sonrojo sin poder evitarlo mientras me siento en el borde del lecho y beso a la dulce shellan, la hembra que vi durante siglos en el Otro Lado sin apenas ser conscientes la una de la otra.

- Hola, hermana, que la Virgen os proteja a tu hijo y a ti. Ha pasado mucho tiempo...

Mi voz, embargada por la emoción, comprende en sólo un instante que, si hay alguien capaz de entender lo que ahora estoy viviendo, es Serea, casada con un viudo, con un guerrero, con un Hermano.

- Lamento mi ausencia, han sido meses de adaptación un tanto complicados, han pasado muchas cosas y...

Tomo su mano entre las mías y admiro su sonrisa de felicidad absoluta. Ella ha superado ya todos los miedos, todos los obstáculos, y puede ahora disfrutar de su amor sin trabas.

- Me alegro muchísimo de verte, Serea, y no es preciso que me digas que eres feliz, porque basta mirarte para darse cuenta de ello. La Madre te ha dado la dicha que ambos merecéis y doy gracias por ese don.

-¿Qué tal te encuentras?

Durante este breve interludio, Nalla sigue aferrada a mí como un monito, casi estrangulándome con la fuerza de su abrazo. La beso en la mejilla con fuerza mientras la inclino hacia Torhment, que la sitúa sobre sus hombros, peligrosamente cerca del altísimo techo, y provocándome un estremecimiento.

- Por el Fade, Nalla, no te retuerzas de ese modo, cariño,¡ si te caes de ahí arriba te matas seguro!

Con una carcajada teatral, imitando a un malvado rufián, el gigantesco Hermano sale del cuarto a toda velocidad. La Virgen vela, sin duda, por la pequeña, porque ésta se sujeta apenas con una mano, riendo despreocupada y gritando feliz, azuzando a su enorme montura para que corra aún más. La puerta se cierra y mis ojos vuelven a Serea, que los ve desaparecer con una expresión increíblemente tierna.

- ¿Alguna vez se acostumbra una a lo grandes que son estos machos? Zsadist no me intimida, pero los demás...

Me sonrojo mientras mi amiga ríe suavemente... de nuevo he dicho más de lo que quería sin darme cuenta.

- Bueno, es que Z es... Zsadist, Zsadist es...

Dejo mi tartamudeo y la miro consternada.

- Ay, por Dios, no te imaginas lo que ha cambiado todo en tan poco tiempo, no sé cómo asimilarlo, Serea, no sé si estoy preparada para algo que he soñado durante décadas... ¿Puedes creerlo?


  



Mis ojos no pueden mostrar más felicidad cuando veo salir a mi macho con la pequeña sobre sus hombros. Lo imagino así, en esa misma postura portando a nuestro hijo y mi pecho se desborda de orgullo y amor. Un guiño que sólo los dos hemos visto es su despedida, su “hasta luego” antes de abandonar su castillo...

Tiendo la mano a Selena, que me ayuda a incorporarme y me acompaña al sofá donde con una palmada sobre el cojín, la invito a sentarse conmigo.
Durante más de 3 siglos convivimos juntas al otro lado y jamás nos permitimos hablar de nada personal... acaso teníamos vida o sentimientos para tener esa necesidad de expresarlos...? Me doy cuenta de que ambas, aunque distintas y por diferentes motivos, pasamos una reclusión parecida al otro lado y ahora, en la tierra, nuestra vida, por un extraño designio de la Virgen, parece haber seguido un destino idéntico...

Le sonrío ante su comentario sobre los machos.

- Yo todavía me asusto, Selena... Como a ti, para mi, Tohrment es el único macho al que no temo... Fue el primer paso para enamorarme... Ellos pueden parecer fieros y es cierto que son letales, pero jamás he visto a uno de ellos alzar la mano frente a su shellan o a cualquier hembra. En la intimidad del hogar esos enormes guerreros dejan las armas en la puerta y se despojan de su coraza, convirtiéndose en el amor más puro que pueda existir.

Veo ese brillo en sus ojos al reconocer en su macho mis palabras y siento su corazón acelerado al igual que sus mejillas encendidas al pensarle.

Su inquietud ante los acontecimientos me hacen cogerle con suavidad la mano mientras le hablo despacio.

-Aquí en la tierra, parece que las cosas sucedan a una velocidad de vértigo... entiendo tus temores, Selena. Pero seguro que Zsadist sabe comprender tus miedos y tendrá la paciencia necesaria. No es fácil cambiar años de rutina de repente, pero el resultado vale más que la pena... -paso mi mano por mi vientre en una caricia- jamás me sentí completa hasta que estuve al lado de Tohrment. Él me da seguridad, amor, felicidad... Y aunque intuyo que tú hace tiempo que amas a Zsadist, su situación es la misma en la que él se encontraba no hace mucho... -Hago una pequeña pausa para escrutar su rostro- Háblame de tu Zsadist, Selena...

Espero que mi ruego le de pié a contarme lo que desee, no voy a incomodarla con preguntas que no quiera o no sepa responder todavía...






Su pregunta me sorprende por el simple hecho de que, hasta ahora, no he podido hablar abiertamente con nadie más; nunca he confesado en voz alta mi amor ni he explicado a persona alguna lo que sentía o pensaba con respecto a nada. El único que se acercó alguna vez a mí en ese aspecto fue Lassiter, pero no volveré a poner a mi macho en la tesitura de tener que contenerse y frenar sus impulsos naturales con respecto al hecho de que otro macho se acerque demasiado, sea o no amigo. Sentadas ambas en el sofá, siento que, por vez primera, tengo una amiga en la que confiar, una amiga que comprende lo que me está pasando y lo que estoy sintiendo.

- Dice que me ama, Serea... he esperado años, muchos años, para oírselo decir, porque le amo más que a mi vida.

Alzo mis ojos hacia ella mientras me revuelvo inquieta en el sofá. Acabo por descalzarme y sentarme sobre mis pies, apoyando mi cabeza en el respaldo como si eso me ayudase a soltar lo que siento en voz alta.

- Solía soñar con el momento en el que Zsadist me declararía su amor. La escena variaba, las palabras cambiaban, pero siempre terminaba con nosotros dos besándonos, felices, y... no sé, nunca iba más allá, supongo que un "Felices para siempre" sería el final lógico.

Serea me mira sonriendo en silencio, como si supiese exactamente de qué hablo.

- No sé qué esperar exactamente en el aspecto físico, pero sé que será bueno conmigo, lo malo es lo demás, hermana, es...

Suspiro, exasperada, por no saber explicarme con claridad.

- No podría amarle más, ¿sabes? y haría por él lo que me pidiese, cualquier cosa, costase lo que costase, pero esto... Z quiere hacerlo público, presentarme como su shellan ante todos. No quiero que piense que me avergüenzo de él ,¡Santa Virgen! Nada más lejos de la realidad; es precisamente al contrario...Soy torpe, Serea, muy torpe socialmente. A pesar de ser una Elegida de la Madre, sabes que me he pasado casi toda mi vida como Archivera Recluída. Salí de mi encierro para recibir las lecciones sexuales de la antigua directrix, con vistas a servir al Primale, y esa es toda la experiencia social que poseo. Voy a humillarle en público, lo sé, y sé que no dirá nada porque me quiere, pero...

No puedo seguir hablando. Mi nerviosismo me lleva a retorcer entre mis dedos la tela de la frágil blusa hasta casi destrozarla.

- Y está Nalla... sé que me quiere, pero, ¿Cómo voy a ocupar el lugar de su mahmen, Serea? ¿Cómo podrá verme al lado de su padre sin recordar a quién le dio la vida? No quiero perder el cariño de mi niña, no lo soportaría y sé que Zsadist tampoco podría ser feliz si le hiciésemos daño con nuestra relación. ¿Cómo puede complicarse todo tanto por decirle a alguien que le amas?

Sonrío despacio al recordar los besos de Zsadist, sus caricias dulces, su voz ronca susurrando su amor en mi oído.

- Y a pesar de todo, sé que puedo parecer una loca demente, pero... soy tan feliz, Serea, que no cambiaría estos días, estos momentos, por nada en el mundo. ¿Crees que tiene algún sentido lo que digo?






Subo los pies descalzos en el sofá y recojo las piernas en un abrazo mientras la escucho. Parece que hayan pasado siglos desde que Tohr y yo nos prometimos, aunque en realidad no hace mucho que me sentía muy parecido a como ella se siente... la cojo de la mano, algo temerosa del contacto íntimo que supone, pero intentando infundirle un poco de fuerza que acompañe a mis palabras...

- Tohr jamás vio mis defectos como tales... y siempre conseguía ensalzarlos hasta que parecieran cualidades extraordinarias... mi cojera se convirtió en una caricia para saber si me dolía y un acelerar o desacelerar el paso según mi ritmo; mis miedos fueron una paciencia infinita hasta que estuve preparada para seguir adelante con nuestra relación; mi timidez fue un mundo a explorar hasta que fui yo quien lo busqué por primera vez sin miedo o vergüenza...
Selena... apenas conozco a Zsadist, pero sé que Tohrment lo respeta, lo admira y lo ama y pondría su vida en sus manos... creo que hasta la mía... Y sabes...? Ellos dos no son muy diferentes...
Tú eres una hembra culta, una elegida respetada y admirada... porqué crees que podrías avergonzarlo...? Ni él ni ninguno de sus hermanos piensan como lo hace la glymera, jamás lo hicieron... Darius me acogió en su casa hace más de cuatrocientos años sin importarle que mi familia me hubiera repudiado...
Selena, te he visto con su hija y veo amor en tus ojos y en los de ella. Podría él no verlo...? Podría Nalla desear o querer otra mahmen que no fueras tú...?


  



Trescientos años viviendo como un ser anónimo, formando parte de un todo sin ser una hembra independiente, no me han preparado para el contacto con otros. La mano de Serea en la mía es suave y delicada, frágil incluso, y su toque ligero me resulta cálido y reconfortante, aunque totalmente distinto al de Nalla o Zsadist.

- Sé que Zsadist no hará caso de las murmuraciones de la glymera, que siempre le ha traído sin cuidado el qué dirán, y no dudo del amor de Nalla, Serea. Es su futuro el que me preocupa, porque la niña pertenece a la aristocracia. Es su lugar, que quiera o no tomarlo cuando sea adulta será decisión suya, pero no quisiera que se le negase aquello a lo que tiene derecho por una acción incorrecta por mi parte... Tienes razón; a lo mejor estoy haciendo una montaña de un grano de arena. Tengo que aprender a tomar esta felicidad y atesorarla, disfrutarla en lugar de sufrir por el miedo a perderla.

Observo a mi más reciente amiga, y aún me siento sorprendida por el cambio radical que ha sufrido.

- Te observo y veo la felicidad saliendo por cada uno de tus poros, Serea. Sólo hay que mirarte para darse cuenta de la dicha que te rodea, del amor absoluto que tu hellren siente por ti y de la ilusión con la que ambos esperáis este bebé.

Soy yo ahora la que toma su mano y la estrecha suavemente.

- Os tendré presentes en cada una de mis oraciones. Gracias; de corazón... la verdad es que a veces me siento algo perdida en este lado, sin nadie con quien comentar ciertos aspectos... bueno, ya sabes; supongo que tú habrás pasado por lo mismo. Me gustaría volver a visitarte con regularidad, si te parece bien, claro. Y traería conmigo a Nalla. Veo que entre tu hellren y ella hay algo muy especial; mi niña habla continuamente de su príncipe.

Me pongo en pie para marcharme y me giro hacia mi dulce amiga; sonrío y le guiño un ojo antes de cerrar la puerta.

- No te levantes o el príncipe se transformará en dragón... Hasta pronto, Serea, hasta muy pronto.

  

2 comentarios:

  1. Hola.
    Se están preparando unos premios de la Hermandad y entre las categorías hay una de dedicada a los mejores blog, así que me pasé a dar una vuelta al ser nominado.
    Estoy viendo que tienen muchas historias, así que les propongo que se nominen.
    El circulo de los fics y roles es un poco cerrado, así que las nominaciones están muy centradas en algunas historias y me encantó la idea de ver tanta variedad aquí. Por favor participen con sus historias. Sería grandioso.
    En cuanto termine de trabajar me pondré a leer sus historias.
    De momento los espero para que entren a los premios. Será un placer dar a conocer más historias.
    El nombre del grupo en el que se están realizando las nominaciones y proximamente las votaciones, se llama Black Dagger Awards http://www.facebook.com/groups/137839059699709/
    Los espero por allá. También avisenle a tus miembros para que los nominen y voten.
    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Dan: Por desgracia hemos estado algo alejados del blog por cuestiones personales y no hemos leído tu comentario a tiempo. Espero que hayas ganado algún premio y muchas gracias por tus palabras. Un saludo!

      Eliminar